Nada ya que yo pueda hacer, decir, sentir, pensar. Eso es todo el capital que me ha dejado la Poesía, yo que todo le di pues mi vida: Esperar,

la espera en el día señalado por la misma Poesis diciéndose desde Otro Mundo = desde lo más hondo del inconsciente o sub.

Una fecha por todo capital obtenido a través de cuarenta o más años de esfuerzo por salir del hoyo que nos decretaron, ¿qué peor tumba que esa si en vida? Ni la muerte, que sea todo el capital que me traiga mi dedicación silenciosa, sin oportunidades, de cuarenta años, será peor que la ya vivida.

¿La muerte por toda recompensa, eso es lo que tiene para dar la Poesis Poesía?
San lunes once de mayo.
¡Morirás en París con aguacero, sea en Madrid y peores eventos meteorológicos!
¿Te parece poca cosa ser un remedo idiota del felicísimo Nostradamus?
¿Te parece poca cosa morirte como Vallejo, de hambre aunque con aguacero, para más laceración de la carne pisoteada, de la trayectoria vital chuleada, del ninguneamiento a una voz, que quizá, ¡incluso!, más te ninguneen a ti que al mismísimo Vallejo, colmo de profetizar el peor de los acaboses a uno mismo para felicidad de los que a toda facilidad ningunean?