Haciéndoles el honor a Borges y Bioy Casares de analizarles su "humor", dice Alejandra al final de su artículo-ensayo: "Es sabido que la letra con

risa entra. Y hasta vale preguntarse si Cristo no se habrá reído con la imagen de un camello pasando por el ojo de una aguja."

No entraré en el humor de Borges o Bioy. Me trae lo de la risa de Cristo respecto al camello pasando por el ojo de la aguja, que dice Alejandra. Pues para la interpretación de esta parábola a mi pobre Amor no le dejaron llegar a conocer lo que tendría que decir una doctora australiana al respecto de la misma, parábola que se piensa dedicada a los ricos, y no es así. Está dedicada a la "cultura" alacránica de la antigüedad, que todavía continúa en nuestros días, aclaremos, exclusivamente relegada a los dioses y templos y sus sacerdotisos; nuestra cultura hoy, extendida a las supuestamente laicas o "apolíticas" universidades, no deja de ser eso: alacránica.

Oigamos lo que la doctora en paleología hebrea tiene que decir desde Australia, LO MISMO QUE LA IGLESIA CATÓLICA EN TODO EL MUNDO, SOBRE TODO EL ÁREA DE ÉL QUE DOMINA, ESTÁ PROCURANDO POR TODOS LOS MEDIOS IMPEDIR QUE SE OIGA.
Los esenios, aquellos a los que se les deben las versiones más antiguas conocidas de los textos considerados sagrados hebreos, aquellos que escribieron en los tiempos en que viviese Cristo, duraron hasta él: luego los esenios serían los primitivos cristianos o seguidores de Cristo, y las diversas sectas judías que confeccionarían las Kábalas, sobre todo en España y aquel espléndido "Quijote", su maravillosa locura, de la Edad Media, el "Zohar", "Esplendor" escrito por Moisés de León o de Guadalajara. Dice la doctora Thiering que para los redactores de lo que hoy conocemos por "Manuscritos del Mar Muerto", ghimel, ג , la letra "g" hebrea que significa camello, designaba, así se les conocía, a los novicios no privilegiados de aquella secta esenia, los cuales jamás alcanzarían la doctoratura en su rango, jamás llegarían a ser considerados por el "ojo", por ello se tenía a los examinadores, como aptos para ser los nuevos doctores en la ley, ya que estaban destinados a las tareas más bajas: servir a los listillos que sí eran doctores pues así se dictó desde sus privilegios de posesiones, por mucho que aquellos señores fuesen considerados una secta parecida al primitivo cristianismo: Comunidades para compartirlo todo... Pero cada cual en su puesto: Unos sirviendo a otros. Es lo que hubo siempre en la vida. Y entonces la frase de Cristo, el Maestro Impío como le llamaron los esenios por contestatario (A no ser por sus doce seguidores y una mujer, Cristo era de lo más parecido a una: Contestataria de cuanta establecida mierda) significaría, LO QUE ES: No pasar el ojo de la aguja el camello, era la aprobación negada a tantos para escalar los puestos altos en aquella secta, de antemano reservados, pues ¿quién barrería, guisaría, etc, para el pequeño grupo privilegiado, los sí doctores?

Así pues Alejandra, mi niña, para Cristo, ahora lo sabrás, no era ningún chiste aquello de "no pasar por el ojo de la aguja el camello", sino toda una agria crítica a aquella secta al parecer tan hermanos todos. Alejandra, que desconociste este verdadero significado de los escritos de tu gente, o sus dichos; pero que bien padeciste el horrendo destino de tantos de los tuyos: El exterminio por la incomprensión, o por el relegarse a lo mejor a la condición de prescindible: Tú, tu escritura que no sirvió para sacar económicamente, el único modo, tu vida adelante.

¿Ahora has visto para que sirve matarse Alejandra y dar con ello la razón al mundo, como me dijiste en el sueño te hicieron: "El episodio de matarme fue debido a que ella con su miedo a mí les daba la razón"? Sirve para que desconocieras en el mundo a Bárbara Thiering y el profundo análisis de las raíces de tu gente, tanto cristianos como judíos, realizado por ella. Tú también eras un camello, ghimel, gimiendo bajo su carga de exterminio (no lo que es camello para el mundo de hoy: El rápido enriquecimiento por la droga. Y considero que dando la vuelta al concepto, ahora la palabra ghimel, camello, podría significar a todos los que se enriquecen con celeridad o sea con delincuencia pasada como legal por la ley) yo soy también ese camello que gime su exterminio.

Y esta frase tuya en uno de mis sueños, todavía no creo haber escrito por aquí, seguramente en alguno más de los escritos de 2003 además de éste que ahora analizo con la historia del "camello": "El episodio de matarme fue debido a que ella con su miedo a mí les daba la razón"... Frase perturbadora. ¿A quién escondías hasta para la posteridad tras ese "ella"? Para mí está muy claro cuál fue el último de tus, tan equivocados amores (¿qué gentuza había por allí que te mereciera?) , ese, esa, que te condujo al suicidio con su miedo a ti, CON SU DARLE LA RAZÓN AL MUNDO. ¿Vive todavía y ningún cargo en su conciencia? ¿Se casó, tuvo hijos? Ellos, suficiente disculpa de haber ayudado tan grandemente al mundo, sobre todo mundo de la "cultura", para matarte a ti. ¿Habrán de ser siempre así los que se reproducen: de lo que matan? ¿De lo que matan están destinados a reproducirse para que el hijo cargue la culpa como también dice el texto de los camellos y sus desaprobaciones? Camellos ahora tan respetados sobre todo si jefes de tantas mafias, no sólo drogas: mafias del estado, mafias de la economía, las mafias de las "culturas" que hubo siempre.
"El episodio de matarme fue debido a que ella con su miedo a mí les daba la razón"...