je ne vois que des roses: La Rosa real. Número de oro, Ángulo de oro... = CARGA ELÉCTRICA

Artemis (de Gerard de Nerval)
La treceava vuelve... Vuelve a ser la primera;
y la única es siempre, o el único momento;
pues, tú, reina ¿quién eres? ¿la primera o la última?
Y, tú, rey ¿el amante único o el postrero?...

Amar a quien amé desde la cuna al féretro;
Ila que yo amaba solo aún me ama tiernamente!
(Ila, ¿a la que yo amaba solamente; o a lo que yo amaba solo, pues nadie más?)
Es la muerte o la muerta... ¡Oh delicia! ¡Oh tormento!
La rosa que sostiene no es rosa, es Malvarrosa.
(La rosa que sostiene la muerte entre los dientes, en Alejandra --Alejandra la admiratriz de este Nerval-- y aun si la lamía o mordía, rosa del pubis, rosa mística, rosa de su lila color la que deposité yo sobre su tumba)

Santa napolitana de manos que son fuego,
rosa de alma violeta, flor de la santa Gúdula:
encontraste tu cruz en los cielos desérticos?

¡Rosas blancas, caed! que insultáis a mis dioses,
caed, fantasmas blancos, de vuestro cielo ardiente:
-La santa del abismo es más santa a mis ojos.

Versión de: Aníbal Núñez

Dice la versión que utiliza un matemático para atribuir a este poema de Nerval el estar confeccionado bajo las tesis del número de oro, o la sucesión Fibonacci, o el ángulo de oro, la espiral de Durero (parece ser que él descubrió la espiral logarítmica) Dice:
La decimotercera regresa.... Sigue siendo la primera;
la Rosa que sostiene es la rosa real.
Ya que para antes de los tiempos de Nerval se suponía que cinco giros completos alrededor del tallo darían a la rosa número 14 ahí aparecida, tras trece vueltas en espiral logarítmica o de Durero, trece ángulos de oro, la propiedad de crecer justo en el mismo punto del tallo en que estuviese la primera. Lo cual no es cierto, y ni siquiera se da en la naturaleza: que otra flor, rama o tallo florezca en el justo lugar donde otra después de 55 giros, no cinco (Curiosa repetición del número 5, su raíz cuadrada, base del número áureo. Apuntaos esto amables buscadores de la partícula tan divina como la proporción aquí tratada; se lo apunte sobre todo la electrodinámica, o si electrostática, cuántica. Carga eléctrica o Número de oro) pues no existe planta en el reino vegetal --según nos ilustra el matemático autor del libro que menciono con la cita de Nerval, creo que John Allen Paulos-- que haga esto: No impedir que sus hijos, yemas, brotes de ramas, flores, nazcan para quitar el sol a sus hermanos. En ninguna de ellas nace la "rosa" 145, al completar sus brotes 144 giros en ángulos de oro.

Así pues no hay rosa número trece, ni Rosa que vuelve, sino LA ROSA ÚNICA, O LA ROSA REAL. Alejandra se la está enseñando ahora a Nerval en el Paraíso. Con lo cual le estará enseñando la teoría correcta para la electrodinámica... o si estática.