Acabo desconociendo tu cara (De "Esta Luz sepultada")

de tanto mirarla.
De tanto pedir al cielo que te me devuelva en carne
y no en fantasma
que hasta reniega del hecho de aparecérseme.

La verdad es que cuanto más la miro,
más cara de libro pone.
Es como si se produjese una transustanciación:
Tu rostro fuese la palabra el libro,
tus facciones, las teclas, los peldaños,
que terminan en obra impresa,
empresa bastante ardua
dinero se llama la dificultad.

Tienes cara de libro,
de algo no conseguido fácilmente.
Por eso me enamoran desde tus dientes
al examen atento de tus ojos.
¡Que me abismo en las letras que compongo
desde Dios hasta Dios!,
para pasearme por tu entera piel,
piel de alma
alma piel,
de la misma sustancia embrionaria ambas,
fibras nerviosas piel.

Hasta para ser libro hay que tener suerte,
que decía la madre de una amiga del perro de ésta:
hasta para ser perro....
Hasta para ser libro.
Este mío el más afortunado,
que contiene un Amor,
contiene lo singular que es ser amado
....Desde Dios hasta Dios.

Desde luego al rostro que iba dedicado el poema, caduco extinto desde hace tantos años, como no así el poema que inspiró, aunque en vez de servir para darme a mí gloria sirva a los currículum y cuenta de resultados económicos de otros más avispados que por el mundo de las letras circulan sabiendo que escribir no es morir como suele para los auténticos que somos así llamados a ese sacrificio, se nos mata y de forma cruel, de la peor de las maneras; sabiendo, ellos lo saben, la mediocridá alacránica que por aquí, mundo de las letras, circula, obteniendo, ellos los únicos, cuentas de resultados amén de posteridad.... Para la obra que quizá ni ellos mismos escribieron y habrá de lustrar sus nombres por los siglos. Desde luego el rostro al que iba dedicado el poema, caduco extinto hace tantos años... Era simplemente un adelanto fantasmal de tu rostro que también entre esas luces contemplo, luces de la irrealidad de lo soñado, ¡pero tan verdá esas luces!, Alejandra.
Alejandra eres tú,
este poema eras, eres tú.
Desde luego que tienes cara de libro:
Esa fue la primera cara tuya que vi:
En la portada de un libro...
Fibras nerviosas piel.
¿Tus huesos siguen erguidos
... cimas del abandono?