Es tanto lo a ti dedicado Alejandra, q buscando colección de folios compactos, aun en borrador, para convertir esta bitácora en un libro + como estoy

haciendo con todas las otras mías... Me es imposible definir nada.
Todo lo escrito para ti se llame "Solo veo rosas" ¿Y quién lo rescatará quién lo respetará?, si empezamos con las desapariciones en ya.com en 2006, y ahora 2008 disminuido mi diario de ese nombre "Solo veo rosas" allí en 2Mb de texto, y continuamos con las igualmente desapariciones y todo tipo de putadas soportadas en blogger en "Solo veo rosas 2" y otros.
Tengo en la mano este pequeño cuadernito negro escrito en mi adolescencia releído después de conocerte de aquella forma impactante, no quisiste ser libro para mí sino vísceras al completo: Espíritu sacando su voz desde otro mundo, casi sacando su mano, sacando su abrazo, sacando su tirón: manos tendidas desde la altura llamándome a la ascensión junto a ella a esa patria de los Verbotos Palabos, mi nombre tu nombre, todos los términos, estos que fueron tan terminales para nosotras que nos costaron la vida, como burbujas danzantes flotantes de colores jugando para nosotras, jugando con ellos nosotras... Fuera allí. ¡¿Y cómo me contengo de no hacerlo?! ¿Qué algo incumplido de ambas me sujeta al mundo?
...Lo que estoy diciendo aquí: Mi palabra a ti y no a ti dirigida tratada con tanto respeto por mis semejantes que en la fosa común de mis cajones.
¡¿Y encima yo aquí luchando por esa palabra, yo aquí esforzándome hasta la mutilación la muerte, el sacrificio más total, para redimir con ello el gran pecado de estos hijoputas contra una cometido?!
He puesto en la portada de este cuadernito "Diario azul y negro" tus palabras:
Definí noche
Y a continuación te la defino
Definí noche
-Azul negro
Lo nocturno donde estaba
y el cielo donde estuviere.
Con dos colores bastaba
que pusiesen
para restituir noche
su prestigio hechizante

Y estas palabras de un sueño en ese cuadernito "Diario Azul y Negro":
Ha llegado a tiempo:
Agua con mis manos
y la bendición de su nombre.

¿Quién llegó a tiempo, tú me llegaste a tiempo, yo te llegué?
cuando ambas fuimos asfixiadas de polvo aguardador,
tú de echar tantos polvos sustitutivos,
esa fama te endosan,
yo, de por no poder, ni siquiera sustituir