Apunta con la piedra de tu burla (Loa del poeta callejero al pueblo) De mi "¡Ríete Bárbara!"

Aquí estoy ciudadano medio
mediocre
(hoy diríamos: mediocridá alacránica cultural, aquí estoy)
Apunta-yere con la piedra de tu burla
que si yo te doy risa, tú me das asco.

Pongo sobre esta mesa una piedra
mediocre ciudadano medio
(mediocridá alacránica cultural)
Si de veras te muevo a risa,
deja la hipocresía a un lado:
Apunta y mata.
Pues si no:
Te juro que no es Cristo que ponga la otra mejilla
LA POETA
(POESA hoy diríamos aconsejada oníricamente por Pizarnik)

Aquí he venido a maldeciros
a cuantos no escucháis la voz del alma.
¿No es justo que lo haga
si me dais más asco a mí
que yo risa a vosotros?
Vivimos demasiado en desacuerdo con nuestros sentimientos:
Aquí he venido a tirarte a la cara el asco que me inspiras
....Si es que acaso te doy risa.
Pues pudiera ser que ese movimiento convulsivo de tu boca
fuese mismamente el asco que tú te das a ti, no risa alguna.

Por otra parte ciudadano medio
te tengo más respeto
que al pozo negro que llamáis cultura,
de ella sí puede esperarse la auténtica hediondez.
Apunta con la piedra de tu burla,
apunta bien,
hazle el trabajo sucio a quienes te emplean de sicario:
cultura más mediocre y criminal ella que tú;
apunta y mata,
pues no soy Cristo, dije,
aunque mi Verbo esté a su altura
y mi Verbo sea lo que un día te, os juzgue.

A ella, a la cultura, más que a ti ciudadano
es a quien vengo a escupir al rostro;
¡y actúo lo que me actúan! ¡No, qué lo mismo!
Ella es la que te emplea de sicario
intentando anular nuestra vida, su memoria....

Vengo aquí ciudadano, mediocre o no,
a escupir a la cultura.
Puede que todavía me salve si lo hago.

Pongo esta piedra a tu disposición,
si tienes más vergüenza, menos hipocresía
que tu hermano doctor:
apunta y mata.
La Poesía no tiene más mejillas
por donde morirse de vergüenza
del mundo en el que habita,
mundo que Ella hizo,
mundo que se le debe,
y los nadie que hizo
NO LA RECONOCIERON.
¡Apunta!
La Poesía es profeta que no Dios,
la poesía es profeta de Antiguo Testamento
lanzándote a los ojos su maldición.

La Poesía se sacude el polvo de este pueblo,
pues hasta ni eso debe tener de él
por no tener.
¡La Poesía: La Verdad!
(Evidentemente aquí me faltaba el término que andando los años, treinta o más los que tiene este libro, me diría en el mundo de los sueños rompiendo las fronteras con el Más Allá, Alejandra: Poesis, latín, Poesas sus sacerdotisas)
No esa infame porquería a la que se lo llaman,
estulta, falta de alma, ¡de autenticidad!
y más pareciéndose a un desfile de modas
que a decir ninguno de sentimiento alguno.

La Poesía responde a la cortina de humo
en que pretendéis ahogarla desde que el mundo lo es,
soga con la que la asfixiasteis silenciasteis milenio tras milenio
¡¡LEVANTANDO EL POLVO DE ESTA MALDICIÓN
QUE AHORA OS LANZO:
YO, LA POESÍA, O CARMEN,
O BÁRBARA, RÍETE...
ES LA VIDA QUE OS QUEDA!!
DESPUÉS DE MÍ NO LA HAY,
NI ANTES LA HUBO.
YO SOY LA VERDAD Y LA VIDA
...Nos queda muy poco tiempo.

Bueno, cierto que lleva sobreviviendo el mundo treinta años a esta maldición; pero que habrá de caer, mi alma, la que formuló ese juramento, lo asegura. Y además yo, LA POESIS, sigo todavía viva aunque de forma tan precaria. NO TENÉIS MÁS VIDA, NO TENDRÉIS, QUE YO, dije entonces. Y ASÍ SERÁ. En todos los días de mi vida lo presentí: No tendré tiempo de ninguna gloria, ni siquiera la escasita que a Alejandra le han dado tras treinta años de asesinarla la misma sociedad que es todavía esta que vivimos; no lo tendré, pues el mundo no me sobrevivirá demasiado, fuese por cumplirse la profética maldición lanzada.