Del libro (por supuesto impublicado, ¿conoce cosa otra mis 57 años?) "Nunca muerta" (Sigamos enriqueciendo a plagiarios o sea literatos publicados)

Proemio
(Con dos puertas)

I
Que mis rimas
ramos
manojos
de pétalos de rosas
(¡Mira, de aquí debió copiarse la muerta ¿también plagiaria ella?
para su solo ver rosas!)
mezclados con espinas,
sus,
a quién, quiénes
van a interesar
(Sigue siendo exactamente idéntico, a las pruebas nuestros diarios por internet, después de 30 años. La gentuza sólo entre ella misma se interesa. Romperían su regla de muerte a lo mejor, silenciamiento a lo mismo, si cosa otra hiciese la mediocridá alacránica planetaria que a sí misma se llama "cultura")

Ponerles más cercos
más coronas
de espinas
a mis lanas
neuronas cordero.
A ver si lográis que me enrede
(Sigue siendo válido para después de 30 años ¡y hasta complots internáuticos encubiertos contra la persona de una, como si una pudiera seguir en estos inacabables frentes después de 30 años! Me habéis derrotado hijosputa, vuestro es el mérito hasta de la última o primera palabra que yo haya escrito, las que se salven sólo serán las que a su nombre pongan terceros. Complots, bochornosos enredos que para nada necesitáis mediocridá alacránica dueña de cuanto en el planeta sobre más si "cultura")
más:
me asfixie.
A ver si de una vez
le dais sepulcro
al caza
lo cazado.

Me como la segunda puerta del Proemio de dos
y paso a algo.... coprofágico

Poema en coprofagia
(Dieta)
I
La manera muy curiosa de reproducirse el muérdago:
Cuando un pájaro lo caga.

Excretarnos a nos
es lo que hace dios
si su vientre monumental
es incapaz de descomponernos
asimilarnos;
y así nacemos.
Y de ninguna otra variante
(de Julio Iglesias cantante
de sonante psiquiatría
o de biología contante)
(de la fecha del escrito da mención la cita al Julito cuando comenzaba su carrera meteórica...
Nuestros poemas todavía en el mismo armario.
¡¿A que jamás os enfrentasteis a un silenciamiento peor colegas que tanto habláis de los armarios y de sacar lo de dentro fuera?!)
-¡Muérdago
que me cago!
--dice constantemente dios al mundo--
Palabra de Dios.

II
Y cuando al muérdago
no llegan dientes,
picos,
es imposible que lo excreten
o se reproduzca.
Tenemos por tanto,
que nosotros comemos
porque nos cagan;
o lo más correcto:
cagamos
porque nos comen.
Aunque el tanto ni quita al monte
y los dos silogismos son válidos:
el 1º nos dice cómo se aseguran las viandas
el 2º cómo ponernos a resguardo de sospechas.