(Justo es que te titules también así mon âme neige) ¡Y SÍ, SON LOS 10 MANDAMIENTOS SE RESUMEN EN UNO: "LO QUE DIOS HA UNIDO NO LO SEPARE EL HOMBRE"! TENGO QUE DECIRLO DE ELLA, PUES NO ME SIENTO UNIDA DE ESE MODO "DIOS HA UNIDO NO LO SEPARE EL HOMBRE", d momento, A NADIE MÁS. ¿Una poética generación de solo dos personas? Así lo quisieron. A ello nos obligaron. ¿Dónde l@s que se sumaron o sumen?

"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!





miércoles, 25 de junio de 2008

Divagando pero no de loba, pero sí de en la noche de los cuerpos y las almas, acabo de encontrarme estas palabras tuyas que ¿qué puedo hacer si no

abrazar, traer aquí?
La soledad no es estar parada en el muelle, a la madrugada, mirando el agua con avidez. La soledad es no poder decirla por no poder circundarla, por no poder darle un rostro, por no poder hacerla sinónimo de un paisaje. La soledad sería esta melancolía rota de mis frases.

Tus ojos estrellados contra aquel mar como ahora los míos sobre tus palabras, olas tus palabras de un mar primigenio, sal derretida contra las mejillas, pequeña lágrima cayendo lenta/mente. Lágrima cerebral vertida despacio como el no terminarse la muerte. Es largo, mira que es largo agonizar.

Y en ese mar de principiarse o terminarse el mundo, los muertos y los antiguos habitantes de la Tierra están en el fondo del mar, ese mar que era de luz más que de agua y tú me mostraste tras esa puerta, en ese mar su playa de copos de luz no sílice, ahí nos veremos. Pues efectivamente la soledad no es estar parada en el muelle, la playa que digo, sino todo lo contrario: Lugar a tu encuentro, lugar del encuentro, Jardín de las delicias o Centro del mundo. La soledad es no poder darle un nombre... Y aunque se lo des, ¿qué? ¿Por ello decimos tantos nombres, escribimos tanto que ahogamos las palabras con las palabras, como los gritos con los gritos, el hambre y el horror con el horror y el hambre?

Grupo poético de Sombra & Sombra. Dentro de mí con ella que es yo